Una gran cantidad de instalaciones eléctricas no cumplen con las condiciones de seguridad mínima en la actualidad, como consecuencia de ello se comienzan a percibir señales de este problema que van desde un incremento en el recibo de luz hasta incendios provocados por un corto.
Entre las deficiencias comunes y que puede haber experimentado en un principio son:
- Chispas al momento de enchufar algún dispositivo.
- Exceso de carga en los conductores.
- Diseño en forma de bucle.
- Toma de tierra inexistente o defectuosa.
- Falta de cuadro de mando y protección.
Esta situación se debe principalmente a circuitos mal calculados que se sobrecargan en función al aumento de equipos electrónicos, además del uso de materiales inadecuados o productos falsificados.
El desperdicio de energía que se genera puede derivar a dos causas primordiales. La primera es la ineficiencia de los procesos e instalaciones acompañados de un uso disparatado de energía generado por malos arreglos eléctricos, y en segundo lugar el uso de materiales de mala calidad como conductores de segunda categoría, elementos elaborados de metales ferrosos bañados en cobre o latón.
Se debe tener en cuenta que si la instalación eléctrica se encuentra sobrecargada, va a desperdiciar energía y por ello es necesario e importante asegurarse de realizar evaluaciones periódicas y corroborar que posee una instalación correcta y eficiente.